22 de marzo de 2020 

EN LAS NUBES 

Verso muy apropiado 

Carlos Ravelo Galindo, afirma. 

Una ahijada, a la que Bety y Carlos Fernando, queremos como una hija, la arquitecto y escritora Yolanda Gómez Cobián nos participa de Edna Rueda Abraham, un poema muy oportuno para el momento.

Se llama Empatía Viral. Y dice:

Y así un día se llenó el

mundo con la nefasta 

promesa de un apocalipsis 

 viral……

Y de pronto las fronteras 

que se defendieron con 

guerras se quebraron

con gotitas de saliva.

Hubo equidad en el contagio

que se repartía igual para

ricos y pobres.

Las potencias que se sentían 

infalibles vieron cómo se 

puede caer ante un 

BESO, ante un

ABRAZO.

Y nos dimos cuenta de lo 

que era y no importante,

y entonces…….

Una enfermera se volvió

más indispensable que

un futbolista,

Y un hospital se hizo más 

urgente que un misil!

Se apagaron luces en los 

estadios, se detuvieron

los conciertos, los rodajes 

de películas, las misas y 

los encuentros masivos

y entonces en el mundo 

hubo tiempo para 

LA REFLEXIÓN a solas

y para esperar en casa

que lleguen todos y para 

reunirse frente a fogatas,

mesas, mecedoras, hamacas

y contar cuentos que 

estuvieron a punto de ser

olvidados.

Tres gotitas de mocos 

en el aire,

nos ha puesto a cuidar

ancianos, a valorar la 

ciencia por encima de la 

economía,

nos ha dicho que no solo 

los indigentes traen pestes,

que nuestra pirámide de 

valores estaba 

invertida,

que la vida siempre fue 

primero y que las otras 

cosas eran 

accesorios.

No hay un lugar seguro,

en la mente de todos nos

caben todos y empezamos

a desearle el bien 

al vecino

necesitamos que se 

mantenga seguro,

necesitamos que no se 

enferme, que viva mucho,

que sea feliz.

Y junto a una paranoia

hervida en desinfectante

nos damos cuenta que 

si yo tengo agua y el de 

más allá no, mi vida 

está en riesgo.

Volvimos a ser la aldea,

la solidaridad se tiñe

de miedo

y a riesgo de perdernos

en el aislamiento, existe 

una sola alternativa:

SER MEJORES JUNTOS.

Si todo sale bien, todo

cambiará para siempre.

las miradas serán nuestro

saludo y reservaremos el 

beso solo para quien ya 

tenga nuestro Corazón,

cuando los mapas se

tiñan de rojo con la presencia

del que corona,

las fronteras no serán 

necesarias y el tránsito

de quienes a dar 

esperanzas será bien

recibido bajo cualquier idioma y 

debajo de cualquier color

de piel.

Dejará de importar si 

no entendía tu forma de 

vida, si tu fe no era 

la mía, bastará que te anime a 

extender tu mano cuando

nadie más lo quiera hacer.

Puede ser, solo es una 

posibilidad, que este virus nos haga

MÁS HUMANOS

y de un diluvio atroz, surja

un pacto nuevo,

con una rama de olivo

desde donde empezará 

de cero. 

                  craveloygalindo@gmail.com