• Nuestra más alta vulnerabilidad es el género y el periodismo
  • Deficiente la protección del Estado para ambas condiciones
  • La corrupción es “caldo de cultivo” para la impunidad social
  • Las peticiones de justicia no aparecen en la estadística oficial

 

La Federación Guanajuatense de Periodistas se pronuncia contra la creciente ola de violencia contra las mujeres en el Estado de Guanajuato, las débiles políticas públicas que se aplican para su prevención y la deficiencia en los mecanismos procesales en los casos presentados. Más alarmante es aún, el número de casos no atendidos y, por ende, no registrados en las estadísticas de la entidad.

Al declarar lo anterior, el presidente de los periodistas organizados, Felipe de Jesús Canchola González, condenó la violencia contra la mujer en todas sus manifestaciones, y agregó que promulgar más leyes, agravar las penas en los delitos contra las mujeres y agregar en nuestra gramática la distinción de género, no han resultado suficientes para inhibir el incremento de esta peligrosa conducta antijurídica.

Canchola González asentó: “Antes de hablar de la violencia contra este género, debemos analizar el “caldo de cultivo” de nuestras sociedades modernas, formado por la corrupción que ha penetrado el tejido social y que se ha transformado en impunidad, con el agravante del uso y el abuso de alcohol y las drogas”.

Es evidente, explicó, que la corrupción ha acompañado a la sociedad en diversas magnitudes y, la prevención, procuración y administración de la justicia en esta entidad, cuya sociedad y gobierno se aferran a sus raíces conservadoras, no han quedado exentos de ella, particularmente cuando se trata de las agresiones contra las mujeres.

“La corrupción es sistemática, es decir, no es circunstancial ni se limita a una sola área de la administración pública, ni se refiere a dos o tres “ovejas negras”. Es una corrupción que está en todos los niveles de gobierno, es cotidiana, rutinaria, estructural y coyuntural, endémica y omnipresente”, asentó.

Al señalar el “caldo de cultivo” que destruye el tejido social, el entrevistado se refirió a la impunidad que, insiste, se multiplica con el uso y abuso de drogas legales e ilegales y detona, en forma contundente, las agresiones y la violencia contra casi media sociedad: Las mujeres.

“Por ello –remató- Felipe Canchola, nuestra agrupación trabaja en su principal objetivo que es la defensa de los dos grupos con más alta vulnerabilidad: Los periodistas y las mujeres, a sabiendas que estamos conformados también por personas que tienen esta doble condición.